«Elantris fue hermosa, en otro tiempo. La llamaban la ciudad de los dioses: un lugar de poder, esplendor y magia…» así comienza esta novela de Brandom Sanderson y pronto nos dice como Elantris atrapa a Raoden. Comienza la novela con una presentación idílica de una ciudad y unos habitantes casi divinos pero todo termina diez años antes del inicio de la novela. Antes de hablar de la novela, te voy a contar cómo llegué a ella y fue un camino con curvas pero dirigido. En otoño del 2019 andaba yo buscando libros de fantasía diferentes a lo que había leído hasta el momento y no me quería meter en sagas porque pensaba que tenía suficiente con Canción de Hielo y Fuego, que acababa de digerir Tormenta de espadas y estaba comenzando con la eterna lectura conjunta de Festín de cuervos y Danza de dragones. La cuestión es que pregunté al tendero y me dejó caer que Los Héroes podían ser. Al lado había un librito con dos historias cortas de un tal Sanderson, una de ellas de fantasía épica. Me llevé los dos (problemas que tengo al entrar en una librería…). Ese relato resultó ser El alma del emperador y tras leerlo me sumergí Cosmere y me bebí Imperio Final. Con esto, confirmé que me gustaba mucho este Brandom e investigué sobre Cosmere, su universo donde encuadra diferentes libros y sagas. Decidí leer las novelas en el orden que propone una infografía que hay en esta página, y así aterricé en Sel, Elantris y conocí a Raoden.
El libro
La edición que compré fue la edición X aniversario, versión final del autor, algo que tras leerlo, agradezco que haya sido esta porque tiene cosas muy chulas como capítulos eliminados del otras versiones y la razón de por qué los retira el autor.
Autor: Brandon Sanderson
Traductor: Manuel de los Reyes García Campos
Editorial: Penguin Random House, en el sello de NOVA
Edición: Tapa dura, 794 páginas.
Es un libro que pesa por su volumen pero manejable, no hay miedo que se te suelten las páginas o cruja como madera seca cada vez que lo abres, algo de agradecer. La edición es buena, letra aceptable, papel que aguanta y los mapas de las ciudades y la región a color. También hay unos anexos donde nos encontramos con el Ars Arcanum que explica un poco cómo funciona la magia (Dor) en general y un listado de Aones (glifos mágicos) y un anexo con escenas eliminadas.
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La Historia
Tras el breve prólogo donde te presenta la situación de Elantris y sus habitantes antes de un cataclismo, el autor te presenta a Raoden, príncipe de Arelon, en un momento crítico de su vida, es atrapado por la Shaod y se convierte en un ser completamente diferente al arelonés que era y en absoluto parecido a un elantrino de hace once o más años. Es un comienzo impactante que de forma rápida te presenta la situación actual y lo que significa entrar en Elantris. Por otro lado tenemos a un sacerdote fjorden, el gyorn Hrathen, enviado por el Wyrm para convertir a toda una nación a la religión Shu-Dereth en tiempo récord antes de enviar sobre ella a sus ejércitos. Y por último, tenemos a la princesa de Teod, Sarene una mujer que es enviada a Arelon para casarse con el príncipe y así poder firmar una alianza entre Teod y Arelon que pueda parar las pretensiones del Wyrn en conquistar todos los reinos de la zona y crear un imperio donde solo reine él y el Shu-Dereth. A partir de aquí comienzan los conflictos, los problemas y los líos para estos tres personajes. Cada uno tiene un objetivo, que queda claro desde el principio. Los objetivos de Raedon y de Hrathen se identifican rápido, son claros y diferentes. El de Sarene, huérfana de propósito desde el principio, ella misma se asigna un objetivo que es el nexo entre los otros dos. En cuanto a los conflictos internos que presentan, que los tienen los tres, el que más me sorprende y no porque no sea esperable, es el de Hrathen.
Personajes secundarios
Además de estos tres personajes, hay varios personajes secundarios, bastantes diría yo para un libro autoconclusivo como es éste, pero están presentes de forma que no incomodan, excepto en un momento, donde te encuentras con cinco personajes nuevos de golpe en una escena muy movida. Un detalle es que cada personaje principal tiene un secundario que aparece pronto en su arco argumental, que actúa como compañero. Raoden tiene al dula Galladon, Sarene tiene a Ashe un seon, ser mágico y Hrathen tiene a Dilaf, un sacerdote de Jaddeth. Si me apuras éstos pueden desempeñar el papel de «floretes», personajes que son el contrapunto de otros y que ayudan a destacarlos y diferenciarlos. Estos compañeros tienen su peso en la historia y hay que decir que el resto de secundarios que aparecen, tienen su papel y no sobran precisamente. La historia termina de forma que queda claro que por ahí no hay más que contar, pero eso no significa que no se puedan contar más historias en Sel, con Elantris y Raoden o sin ellos. De hecho, en Arcanum ilimitado podemos encontrar dos relatos en este mundo, el que he comentado antes de El alma del Emperador, ubicado en un lugar y reino diferente a Elantris y La esperanza de Elantris, un relato que se da justo al final de la trama presentada en este libro.
Worldbuilding
He de confesar que me atrapó tanto la historia que las notas que quería tomar sobre la creación de este mundo para la historia, han sido pocas y tendría que volver a leerlo con ojo crítico para tomar más. Pero si que me he quedado con lo siguiente.
Política
En cuestión política, Sanderson nos presenta varios estados donde el sistema político es diferente, el Imperio Fjorden, un estado totalitario teócrata donde el gobernante además toma el cargo de cabeza visible y única de la religión dominante. También presentaba una estructura social muy piramidal donde los eslabones quedan claros de forma que la estructura de mando es difícilmente modificable. Luego habla de Duladel, un estado recién conquistado por los fjorden y que era una republica. Pasa a manos de los fjorden tras una revuelta sangrienta. Teod es un estado medieval con una organización feudal clara y Arelon es un estado joven, nacido de una revuelta contra los divinos elantrinos tras la catástrofe de la Shaod y en la actualidad es un estado feudal peculiar ya que se rige por la cantidad de dinero que se posee y no por la antigüedad del linaje noble. Esto conlleva también definición de culturas y se pueden notar en detalles sueltos por todo el libro.
Religiones
Aquí creo que es el fuerte del worldbuilding de este libro, sin desmerecer las culturas y políticas creadas. Presenta cinco religiones y una evolución de las mismas. La motivación para la conquista de los países de Arelon y Teod es exclusivamente religiosa. Fjorden sigue una rama de una religión llamada Shu-Dereth y desea eliminar de la faz de Seo a su competidora directa, el Shu-Korath. Aquí tenemos dos ramas que nacen de un tronco y que se diferencian tanto en su doctrina y valores como en el nombre que le dan a dios, unos lo llaman Jaddeth y otros lo llaman Domi. Ambas nacen de una religión anterior, originaria de un país tomado por Fjorden, Jindo, que se denomina como Shu-Keseg. Como podemos ver, es algo que en nuestra historia de las religiones ha pasado y que a Sanderson le ha servido como base para crear las suyas. Pero no solo tenemos estos tres, luego hay una religión animista de Duladel llamada Jereski y una derivada y tergiversada denominada como Misterios Jereski, una religión perseguida hasta el Arelon, que tiene bastante permisividad en cuanto a esto.
Magia
Aquí Elantris y Raoden tienen bastante peso. Sanderson es conocido por sus sistemas de magia en los diferentes libros y porque él mismo ha comentado que le gusta mucho hacerlos. En este libro presenta un sistema de magia duro, es decir, un sistema de magia reglado y consistente que es explicado en el arco argumental de Raoden casi desde el principio. Según Raoden va aprendiendo Aones y cómo funcionan, el lector va entendiendo su funcionamiento o falta del mismo. El sistema se basa en la escritura pero no de letras sino de runas, glifos denominados Aones. Todos ellos tienen una función principal y según se van dibujando en el aire por el elantrino, van tomando forma y energía hasta que queda terminado y se desata la energía moldeada según pone en el aon o aones escritos. Un Aon concreto siempre hace lo mismo y va cambiando su resultado según se le añaden modificaciones. Es una magia muy potente, pero también hay que decir que en este planeta, el Dor es solo posible manipularlo de esta forma, mediante la escritura mística y ¿por qué me atrevo a decir esto?. La respuesta está en el relato El alma del emperador, que ya presentaré su reseña más adelante.
La Shaod
Una cuestión directamente relacionada con la magia es la maldición de la Shaod, que atañe solo a unas culturas en concreto y no a todas las de la región. Además implica una mácula muy grande porque el alcanzado por la Shaod, se convierte en un muerto viviente. Elantris es la depositaria de tocados por la Shaod como Raoden. Su cuerpo cambia de forma que toma el aspecto casi de un cadáver pero la mente sigue viva y consciente, además de la sensación de dolor. El cuerpo de un elantrino no necesita dormir, ni respirar, comer o taparse frente al frío pero tampoco se cura de las heridas, de forma que el ser, en el momento que sufre una herida, sufre ese dolor y se mantiene en el tiempo porque la herida no cura. No pueden morir y cuando su mente no aguanta más, se rompe y queda completamente ido hasta que alguien lo quema, porque es la única forma de morir que conocen. Ya dejo a Elantris, Raoden y al resto que sigan su curso, yo me despido por el momento dejándote una pregunta ¿cuánto tiempo aguantarías en esta Elantris?
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Créditos de la imagen de portada: Alain Brion
Óscar Iborra dice:
Hola, Sergio
«Elantris» fue el primer libro de Sanderson que leí y por ahora sigue siendo uno especial para mí. De las muchas cosas que me gustan de él, una es sin duda la carencia de reglas explicitas para la magia (recalco «explícitas») No es como Nacidos de la Bruma donde tienes que tragar tal metal para hacer esto o aquello…
Ese libro me devolvió a la lectura que tenía bastante abandonada (en general) y sobre todo me devolvió a donde debo -y quiero- estar, que es la escritura. Supongo que por esas razones tiene ese «algo» especial para mí.
Y lo que dices sobre la magia en relación con el relato «El alma del emperador» no lo sabía ni lo había relacionado. Ese relato, «El alma del emperador» me parece una auténtica joya.
¡Un abrazo!
Óscar
12 de febrero de 2021 — 12:54
Sergio dice:
Hola Óscar,
Muchas gracias por pasarte y dejar un comentario, es raro verlos aquí.
Para mi Elantris ha sido la confirmación de que la forma y estilo de escribir de Sanderson me gusta mucho y tiene mucho de donde aprender.
Es cierto que aquí no te dan clases de magia alomántica, pero creo que es así porque la magia de Seol o Sel (no se exactamente cual es el nombre correcto) se basa en la escritura de signos, en plasmar un acto de forma gráfica y es mucho, pero mucho más complicado que darte una masterclass de metales.
Es un libro muy bonito y del que se puede aprender mucho de cara a crear obras conclusivas en un tomo.
Yo llegué a Sanderson a través de un tomo sencillo donde había dos historias, una de ellas es el Alma del Emperador. Ese relato me abrió un campo de lectura que no ha hecho nada más que crecer desde que lo vi y me encanta.
¡Abrazos!
Sergio
12 de febrero de 2021 — 13:20