Me adentré en el mundo de la lectura de fantasía de la mano de una profesora particular que me habló del Hobbit y después de eso, fui probando más libros. Ahora que miro la estantería, veo que todo lo que leí en mis años mozos fueron sagas de fantasía.

Y es cierto que sigo esa tendencia, lo cual no me inquieta pero si hace que me pregunte si me estoy perdiendo otras oportunidades con historias más cortas.

De todos modos, hoy quiero presentarte estas siete sagas, normalmente trilogías y recordar qué poso han dejado.

Sagas de fantasía de mi juventud

El Señor de los Anillos

Todo un clásico que me cautivó desde las primeras páginas. No en vano venía de leer El Hobbit y ayuda a enganchar porque la forma de escribir del Profesor es muy particular, con sus descripciones largas.

Recuerdo que el tocho es de la extinta Círculo de Lectores, con un papel casi de biblia y que pesa un quintal (lo sigo teniendo). Me lo llevaba a las piscinas públicas para seguir leyendo porque no quería dejar la historia en casa.

Luego, de la mano de éste y por la curiosidad que me generó el libro, llegó el juego de rol y dos libros más que encuadro dentro de esta saga, aunque muchos seguro que no lo harían, que son El Silmarillion y los Cuentos Inconclusos.

Confieso que he leído más veces el Silmarillion que El Señor de los anillos, pero ninguno más que el Hobbit.

Crónicas de la Drangonlance

Esta serie de libros, de Weiss y Hickman llegó a mis manos casi justo después de terminar el Señor de los Anillos y antes que el resto de libros de la cosmología de Tolkien.

Lo leí en el instituto y recuerdo dos cosas de esta saga de fantasía: que cuando mi personaje favorito murió, casi dejo de leerlos y que los libros los leí junto con la novia que tuve en esa época. Ahora me parece muy divertido las «desavenencias» respecto a personajes y arcos argumentales pero en aquella época hasta me enfadaba con ella.

Es una trilogía que le tengo cariño y que, curiosamente, me llevó a otro juego de rol, el juego de mazmorras más famoso del mundo (evito nombre por temas de copyright, que son demasiado celosos al respecto).

Elric de Melniboné

Y otra saga de fantasía que me guio hacia otro juego de rol (Stormbringer) y que hice mío durante mucho tiempo.

Estos libros los tengo por partida doble. Comencé a comprarlos en la librería porque me sonaba el nombre del protagonista y porque eran pequeños y de cubierta vistosa (amarilla). Pero no conseguí todos, luego gracias a Círculo de Lectores, pude tenerlos todos en dos tomos que he leído bastante.

Es una saga que me llamó la atención porque era diferente, en cuanto a tono, a lo que había leído hasta la fecha (todo lo antes comentado) y el cenizo de Elric me atrapó. Luego descubrí el concepto de Moorcock del multiverso, las encarnaciones del Campeón eterno y busqué mas libros sobre el tema, lo cual me llevó a la siguiente trilogía.

 

 

 

Crónicas de Dorian Hawkmoon o El bastón rúnico

Las pude leer porque un amigo me las dejó. Creo que de todos los libros que voy a hablar en esta entrada, son los únicos que no tengo.

Me fascinó como Moorcock fue capaz de llevar su lucha eterna maniqueísta a un mundo alternativo al actual y repitiendo el mismo patrón que con Elric, consigue un efecto con igual resultado. En esta línea está también El Campeón Eterno (con Erekose y sus encarnaciones) y las Crónicas de Corum. El primero leído y la segunda trilogía nombrada, a medias.

Después de este «multiempacho», vinieron otras cosas.

El señor del Tiempo

Esta trilogía, comprada en el Círculo de Lectores, cayó en mis manos porque en la oferta de la esta asociación de lectores, no había nada demasiado interesante y en esa época no quería leer nada que no fueran sagas de fantasía.

Es una trilogía que me la leí con tranquilidad, con una sensación de ñoñería porque había muchos sentimientos y poca acción. Normal que pensase esa chorrada, por la edad y por el bagaje que llevaba encima.

Creo que ahora la vería con otros ojos, seguro.

Añoranzas y Pesares

Aquí me encontré con el tomo dos, La roca del adiós, en mis manos, sentado encima de un adoquín de mármol en una plaza de mi ciudad y con una dedicatoria de la que en ese momento se había convertido en mi exnovia. Muy oportuno.

Me costó comenzar, por dos razones: tenía que comprarme yo el primer tomo y segundo, era el recuerdo de una ruptura. Pero los leí, los cuatro y aunque algunos pudiesen tomarse este segundo tomo como algo amargo, para mi, siempre que lo cojo de la estantería, me llega un pequeño recuerdo cándido.

Es la primera tetralogía que me leí, con una prosa densa que cuesta a veces que arranque, pero que me gustó mucho. Tanto como que es una tetralogía que he releído al menos tres veces. Aquí os dejo una reseña.

Crónicas de Belgarath

Y para terminar, una pentalogía.

Esta ya la leí en mi primer año de carrera universitaria y lo que recuerdo es que me reí un montó con un par de personajes y del Oro rojo.

Creo que sería una de las series de fantasía que en estos momentos no sería capaz de leer porque me parecería aburrida y predecible, pero aquella época me pareció fresca y entretenida.

 

Bueno estas son las sagas de fantasía que leí en mi adolescencia y juventud ¿Y tú, cuales fueron?

 

 




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